El espresso (también conocido como short black) es el café puro por excelencia. Se trata de un shot de café concentrado con una capa de crema y es la base de otras bebidas de café como el capuccino, el flat white y el latte.
Tip - Para obtener un sabor óptimo, controla la velocidad del flujo del espresso. En general, los molidos más finos hacen que el flujo sea más lento, mientras que los molidos más gruesos lo aceleran. Una buena referencia para empezar es intentar que un shot doble de espresso con 19 g de café molido resulte en 38 g de café líquido y se extraiga en 20 a 30 s.
Primero, purga la máquina haciendo que corra agua caliente en el grupo y que salga por el portafiltro. Retira el portafiltro y sécalo. Esto hace que se precaliente el grupo y el portafiltro, lo que crea un mejor sabor en tu espresso y una temperatura más alta en tu taza.
2. Moler y prensar
Coloca el café recién tostado en el depósito y muele de 18 a 22 g en el portafiltro. Usa una báscula para tener mayor control. Golpea suavemente el portafiltro para asentar el café y prénsalo en una superficie plana. Recuerda que la clave es aplicar una presión uniforme. Después de prensar, usa la herramienta Razor para asegurarte de tener la dosis correcta: la herramienta controla de forma precisa la altura del café prensado.
3. Extraer el shot de espresso
Coloca el portafiltro en el grupo y gíralo hasta que se ensamble. No olvides colocar tus tazas antes de empezar la extracción. Pulsa el botón de dos tazas. El espresso debe caer por las boquillas después de 8 a 10 segundos y fluir como si fuese miel caliente.
Nota: En este video, dividimos el shot de espresso en dos tazas. La mayoría de los baristas usan el filtro doble para crear una extracción más equilibrada.
4. Afinar el sabor
Recuerda que deberás ajustar la receta en función de los granos que uses. Lo ideal es extraer de 20 a 30 ml de líquido por taza, en un lapso de 25 a 30 s. Ajusta el tamaño del molido para lograrlo.
